La ayuda médica para morir es opcional.
Es opcional para pacientes y opcional para los médicos. No es obligatorio que la persona la utilice. Ningún médico está obligado a proveer la ayuda médica para morir. Es en contra la ley obligar a una persona a utilizar la ley.
La ayuda médica para morir incluye requisitos estrictos para calificar.
El adulto debe tener una enfermedad terminal, seis meses de vida o menos, poder tomar una decisión informada sobre el cuidado de la salud y poder tomar el medicamento por sí mismo.
La legislación incluye más de una docena de salvaguardas (protecciones).
Dos médicos deben confirmar que la persona tiene seis meses o menos de vida, debido a una enfermedad terminal y no por edad o discapacidad. Dos médicos y dos testigos independientes deben confirmar que no existe coerción, la cual está sujeta a un enjuiciamiento penal.
La ayuda médica para morir es una práctica médica que cuenta con décadas de experiencia en los estados autorizados.
Hay más de cuatro décadas de práctica en las jurisdicciones autorizadas. No existe ni un solo caso comprobado de abuso o coerción ni cargos civiles o penales relacionados con la práctica.
La ayuda médica para morir le brinda autonomía a los pacientes.
El paciente está a cargo de dicha decisión. Piden el medicamento. Ellos lo ingieren y pueden cambiar de opinión en cualquier momento.
La ayuda médica para morir mejora los cuidados de fin de vida.
Los estudios muestras que los cuidados paliativos (comodidad) mejoran para los pacientes y familias en los estados con ayuda médica para morir.
La ayuda médica para morir ayuda a muchas más personas de quienes que eligen utilizarla.
para quienes no eligen dicha opción.
Los médicos apoyan la ayuda médica para morir.
Una encuesta de Medscape de 2018, informó que (58%) de los médicos apoyan dicha práctica médica.
La comunidad estadounidense desea la ayuda médica para morir.
y grupos étnicos. El apoyo casi se ha duplicado desde que Gallup encuestó por primera vez, sobre dicha cuestión en 1947.