Defensores de Ley que Intervinieron en el Caso Celebran Fallo como Victoria Para Californianos que están Muriendo
Compassion & Choices, la organización que presentó una moción en nombre de tres pacientes con discapacidades y dos médicos de California que intervinieron en una demanda federal, que alegaba que la Ley de Opción de Fin de Vida de California actualizada discriminaba a las personas con discapacidades, elogió el miércoles al tribunal por desestimar el caso. Los abogados presentaron el septiembre pasado, la moción de intervención y una propuesta de moción para desechar el caso.
Los acusados del estado presentaron en julio dos mociones por separado para desechar el caso. Los demandantes individuales y grupales en la demanda, United Spinal, et al. v. State of California, et al., alegaron que la ley de ayuda médica para morir actualizada de California que entró en vigor en el 2022, discrimina a las personas con discapacidades. La ley permite a los adultos con enfermedades terminales en pleno uso de sus facultades mentales y con un pronóstico de vida de seis meses o menos, la opción de obtener un medicamento recetado por un médico que elijan auto ingerir para terminar pacíficamente con el sufrimiento insoportable.
El miércoles, Fernando L. Aenlle-Rocha, Juez de Distrito de los Estados Unidos, emitió una orden para “desechar los reclamos con prejuicio”, por lo que los demandantes no pueden volver a presentar el mismo reclamo ante ese tribunal. Esto hace que la moción de intervención de Compassion & Choices sea debatible:
“La interpretación de los demandantes individuales sobre el estatuto es inconsistente con el simple texto del EOLOA que define una ‘enfermedad terminal’ para propósitos de elegibilidad como ‘una enfermedad incurable e irreversible que ha sido médicamente confirmada y que dentro de un criterio médico razonable, resultará en la muerte dentro de seis meses’…
Sin embargo, mortal a las afirmaciones de los demandantes, es que la decisión de un paciente con una enfermedad terminal de solicitar medicamentos de ayuda médica para morir y consecuentemente, de no participar ni buscar beneficios de otros servicios de salud pública —es voluntaria… Debido a que los demandantes no alegan (ni pueden alegar) que a los pacientes con enfermedades terminales se les niega categóricamente la opción de aprovechar los servicios de salud conductual y la protección de las autoridades penales, sus reclamos de resarcimiento bajo el American with Disabilities Act y el [ADA] Sección 504, fracasan como cuestión legal”.
“En nombre de los pacientes con enfermedades terminales de California que desesperadamente necesitan esta opción de muerte pacífica para poner fin a un sufrimiento insoportable y los médicos que brindan dicha opción, elogiamos el fallo por interpretar correctamente la ley”, dijo Kevin Díaz, director de defensa legal de Compassion & Choices. “El tribunal especificó que los demandantes no cumplen con el requisito legal de un pronóstico médico de seis meses o menos de vida, para que los pacientes no pudieran calificar para utilizar la ley, y que no les afectaría utilizarla “.
“Este fallo rechaza las afirmaciones de coerción del demandante porque la ley explícitamente requiere que los médicos que atienden, platiquen con los pacientes sobre las alternativas viables y opciones de tratamiento adicionales, incluyendo los cuidados paliativos, de hospicio y control de dolor”, dijo John Kappos, socio del bufete de abogados O’Melveny que es asesor externo de Compassion & Choices, en este caso. “El tribunal también señaló que la ley previene más aún la coerción, al requerir que el médico que atiende le informe a la persona que puede retractarse o rescindir de la solicitud de un medicamento que le ayude a morir en cualquier momento y de cualquier forma. La decisión para solicitar un medicamento de ayuda médica para morir es totalmente voluntaria, lo que socava cualquier afirmación de que el EOLOA viola el debido proceso”.
“La ayuda médica para morir era literalmente la única opción disponible para aliviar el sufrimiento de mi esposo Will cuando empezó a ahogarse y a jadear a pesar de que estaba 100% mentalmente consciente”, dijo la Dra. Catherine Sonquist Forest, especialista clínica y profesora asociada de medicina familiar y comunitaria, así como especialista en salud pública en Los Altos. Ella también fue una de los dos médicos californianos que intervino en el caso. “Sin ayuda médica para morir, Will hubiera sufrido enormemente, ya que habría tenido una muerte dolorosa y terrible”.
“Padezco de amiloidosis cardíaca, también conocida como el síndrome del corazón rígido, con síntomas similares a la insuficiencia cardíaca congestiva”, dijo Lambert (Burt) Bassler, de 87 años, residente de Pleasanton, uno de los tres pacientes californianos con discapacidades que intervino en el caso. “Estoy haciendo todo lo que puedo para luchar contra la amiloidosis. Si califico para recibir ayuda médica para morir, probablemente llegaré a surtir la receta (pero no necesariamente la tomaré), para calmar la ansiedad que surge con el avance de mi enfermedad. El sólo hecho de saber que esa opción está disponible, me ayuda a enfrentar la perspectiva de la muerte”.
“El tipo particular de cáncer de ovario que me diagnosticaron tiene un mal pronóstico y es altamente resistente a la quimioterapia. También recurre generalmente dentro de los dos años posteriores a la extirpación y la quimioterapia”, dijo Judith Coburn, de 79 años, residente de Berkeley, una de las tres pacientes con discapacidades de California que fue diagnosticada en el 2019 con un tipo raro y agresivo de cáncer de ovario conocido como carcinoma de células claras de ovario. “Saber que tengo la opción de morir pacíficamente, calma mucho la ansiedad sobre la recurrencia de mi cáncer, o lo doloroso que puede llegar a ser”.
“Tengo malformaciones congénitas en la columna con aracnoiditis y neuropatía severa, por las cuales me he sometido a numerosas cirugías a lo largo de los años”, dijo Peter Sussman, residente de Berkeley de 82 años, uno de los tres pacientes californianos con discapacidades. “También estoy en fisioterapia para tratar el dolor y la tensión constante que siento al tener que mantenerme de pie o erguido. Tengo la fortuna de llevar una vida muy feliz y significativa y espero seguir teniéndola durante el mayor tiempo posible. Si bien no tengo actualmente una enfermedad terminal, pero si fuera diagnosticado alguna vez con una enfermedad terminal y llego a un punto en el que estoy sufriendo un dolor insoportable, quisiera tener la opción de ayuda médica para morir”.
“En mi experiencia, la mayoría de los pacientes sienten una pérdida de autonomía al recibir un pronóstico terminal, especialmente en el contexto de una enfermedad terminal que progresa rápidamente”, dijo la Dra. Chandana Banerjee, médico de cuidados paliativos y de hospicio y profesora asociada de City of Hope National Medical Center, y una de los dos médicos californianos que intervinieron en el caso. “Agradezco que el tribunal no haya accedido a la solicitud de los demandantes de emitir una orden judicial sobre el End of Life Option Act, o no hubiera yo podido brindar a mis pacientes una opción tan crítica de cuidados de salud para el fin de vida. Como resultado, la calidad de los cuidados médicos que reciben mis pacientes se hubiera visto afectada”.
Las encuestas muestran que tres de cada cuatro californianos (75%) apoyan la ayuda médica para morir como una opción para los adultos con enfermedades terminales y el 79% de los estadounidenses que indican vivir con una discapacidad apoyan la ayuda médica para morir, según una encuesta nacional del 2023. California es uno de los 10 estados, junto con Washington, D.C. que han autorizado la ayuda médica para morir. Los otros nueve estados son: Colorado, Hawái, Maine, Montana (mediante un fallo de la Corte Suprema estatal), Nueva Jersey, Nuevo México, Oregón, Vermont y Washington.
Asimismo, el ex director ejecutivo y retirado de Disability Rights Oregon (DRO) de 1991 al 2019, desempeñó un puesto que tiene autoridad federal para actuar como organismo de control para las personas con discapacidades y también la autoridad para solicitar registros confidenciales, confirmó en una carta del 2019: “En los años transcurridos desde la aprobación del Death with Dignity Act [Ley de Muerte con Dignidad de Oregón] (1994) y hasta donde yo tengo conocimiento, el DRO nunca ha recibido una queja de una persona con discapacidades que haya sido coaccionada o esté siendo coaccionada para utilizar la ley”. (Se agregó negrita a la copia original).
Finalmente, un estudio del Journal of Medical Ethics del 2007 sobre la Ley de Muerte con Dignidad de Oregón concluyó lo siguiente:
“Los índices de muerte asistida en Oregón no mostraron evidencia alguna de un riesgo mayor para las personas de la tercera edad, mujeres, personas sin cobertura médica, de bajo nivel educativo, escasos recursos económicos, discapacitados físicos o enfermos crónicos, personas con enfermedades psiquiátricas, incluyendo depresión, o minorías raciales o étnicas, comparado con poblaciones de [diferentes] orígenes”.
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