María y Jorge Otero esperan mientras miembros del Concejo Municipal de Albuquerque decidan si votan por una resolución para respaldar la legislación de ayuda médica para morir en Nuevo México.
Compassion & Choices elogió hoy al Concejo Municipal de Albuquerque por su voto unánime (9-0) en una resolución bipartidista que apoya la ayuda médica para morir en Nuevo México.
El voto convierte a Albuquerque en la primer jurisdicción de Nuevo México que apoya la ayuda médica para morir. Dicha práctica médica al final de la vida permite a una persona que sufre de una enfermedad terminal,
que están en pleno uso de sus facultades mentales pero con un pronóstico de seis meses o menos de vida, la opción de terminar pacíficamente con un sufrimiento insoportable. La resolución pasará a manos de legisladores estatales de Nuevo México.
La medida fue co patrocinada por los concejales Isaac Benton y Diane Gibson. “Vi de primera mano el cierre humano que trajo esta medida amorosa a un ser querido y a nuestra familia. Esta es una política compasiva y humana” , dijo el concejal Benton.
Los participantes comunitarios unieron sus fuerzas para dar su testimonio sobre el impacto positivo que la futura medida podría tener en los residentes de Nuevo México.
Maria D. Otero, cofundadora de Nuestra Salud, una organización comunitaria que reduce las disparidades de salud que afectan las comunidades Hispanas en Nuevo México a través de la investigación, capacitación y divulgación, habló sobre su suegro Pablo, un católico devoto que murió hace un mes de un cáncer muy agresivo que se extendió por todos sus huesos.
“Pablo no tuvo una opción y sufrió horriblemente antes de morir”, dijo. “Entiendo que esta opción de cuidado al final de la vida no es para todos, pero como católica que respeta la fe de las personas, no me corresponde juzgar a otros. No debemos interponernos en el camino de otros hasta estar en los zapatos de esa persona”.
Si la medida de opciones de fin de vida se promulga como ley, Nuevo México se convertiría en la novena jurisdicción de la nación que autorizaría la ayuda médica para morir como una opción de atención al final de la vida. Oregon, donde la asistencia médica para morir ha sido autorizada durante dos décadas (desde 1997), se ha unido desde entonces por Washington (2008), Montana (2009), Vermont (2013, California (2015), Colorado (2016), Washington , DC (2017) y Hawái (2018).
En enero de 2014, el Tribunal del Segundo Distrito Judicial de Nuevo México emitió una decisión histórica: los pacientes con enfermedades terminales que están en pleno uso de sus facultades mentales tienen el derecho fundamental de recibir ayuda médica para morir conforme a la Constitución del Estado de Nuevo México. Lamentablemente, el Tribunal de Apelaciones revocó esta decisión en agosto del 2015 en una decisión dividida de 2-1. Tras una nueva apelación, en junio del 2016, la Corte Suprema de Nuevo México decidió por unanimidad no reconocer el derecho constitucional a esta opción de fin de vida, y señaló que este asunto debería ser considerado y decidido por la Legislatura de Nuevo México.
En el otoño de 2016, se estableció la Coalición de Opciones de Fin de Vida de Nuevo México para abogar por la promulgación de dicha legislación. La Coalición identificó a patrocinadores de proyectos tanto para la Cámara de Representantes como para el Senado, redactó una medida de ayuda médica para morir y montó una campaña completa durante la sesión legislativa del 2017. La medida tuvo una audiencia exitosa en la Cámara de Representantes y dos en el Senado. La propuesta no se aprobó a pesar de los esfuerzos monumentales de los defensores y profesionales de la salud de todo el estado. Después de un debate de una hora por parte del pleno del Senado, la medida SB 252 fue derrotada por un pequeño margen, 22-20. El proyecto de ley se presentará de nuevo durante la sesión legislativa de 2019.
La medida Opciones para el Final de la Vida de Nuevo México lleva el modelo de leyes de ayuda médica para morir de Oregon, Washington, Vermont, California, Colorado, Montana y Washington DC. Dicha ley brindaría una opción compasiva para personas con una enfermedad terminal que están sufriendo de una enfermedad incurable. La legislación incluye algunas de las mismas protecciones importantes que han funcionado en Oregon por más de 20 años.
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