Corinne Carey, directora de campaña de Compassion & Choices Nueva York/Nueva Jersey, así como neoyorquinos con enfermedades terminales y defensores, aplaudieron hoy a la Asamblea Estatal después de la aprobación de la medida de Ayuda Médica para Morir de Nueva York (A.136/S.138). Carey elogió en particular a Carl Heastie, presidente de la Cámara de Representantes, por su liderazgo que llevó a la histórica votación, así como a la asambleísta Amy Paulin por su impulso y determinación durante una década al promover la medida y trabajar por su aprobación.
“Estamos a medio camino para entregar la Medida de Ayuda Médica para Morir al escritorio del gobernador”, declaró Carey. “Amy Paulin siempre será una defensora por su determinación tenaz al educar a sus colegas y lograr que la medida llegue a la recta final en la Asamblea, Asimismo, lo será Heastie, presidente de la Cámara de Representantes, por su firme liderazgo para llevarnos hasta el día de hoy.”
“Toda la atención y todos nuestros defensores extraordinarios están ahora enfocados en el Senado”, continuó Carey. “Estamos trabajando con la Senadora Hoylman-Sigel y contamos con ella para que pueda llevar este medida hasta el pleno, con el liderazgo de la Líder Stewart-Cousins y lograr la aprobación final de la Medida Ayuda Médica para Morir, antes de enviarla al gobernador para su firma”.
Diez estados, incluyendo Nueva Jersey, Vermont y Maine, además de Washington, D.C., tienen autorizada la ayuda médica para morir, que permite a un adulto con una enfermedad terminal, en pleno uso de sus facultades mentales y con un pronóstico de vida de seis meses o menos, solicitar a su médico una receta prescrita para obtener un medicamento que pueda auto ingerir para morir pacíficamente si su dolor o sufrimiento se vuelve insoportable. Durante el último cuarto de siglo, más de una tercera parte de los pacientes que solicitaron la receta, nunca la utilizaron pero tuvieron una gran tranquilidad simplemente al saber que la opción estaba disponible para ellos.
El Dr. Jeremy Boal, ex director clínico del Mount Sinaí Health System, quien renunció a su cargo a fines del 2023 al enterarse que padecía Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), dijo:
“Estoy muy agradecido con la Asamblea y cuento con el Senado. Si se aprueba esta legislación, ninguna persona más morirá como resultado de su aprobación, pero también muchas menos personas sufrirán; de eso tengo la confianza. Yo deseo tener la oportunidad de morir en mi estado natal que amo, rodeado de mis seres queridos y atendido por los médicos que conozco y en quienes confío. Saber que esto es posible me brindará un gran consuelo y podré vivir con alegría y gratitud durante el tiempo que me queda de vida, en vez de vivir con miedo y temor”.
Darren Chervitz, de Riverdale, un padre joven con dos hijas que tiene cáncer de próstata en etapa 3, dijo: “Quiero agradecer a Heastie, Presidente de la Cámara de Representantes y a la Asamblea por su valentía al aprobar la Medida de Ayuda Médica para Morir, después de una década de lucha. El año pasado me diagnosticaron un cáncer de próstata agresivo en etapa 3, lo que me forzó a enfrentar lo que significa ser mortal. Durante los últimos seis años he participado en un ensayo clínico experimental para reducir el tamaño de mis tumores, y a principios de este mes me operaron para extirpar la próstata con la esperanza de eliminar el cáncer de mi cuerpo. Pero sé que con el cáncer no hay garantías, tan cierto como ocurre con la vida. Y si algún día me enfrento a una enfermedad terminal, qué tranquilidad tendré al saber que la ayuda médica para morir puede ser una opción para mí. Esta medida no se trata de darse por vencido, se trata de darle a las personas la libertad para elegir de cómo se enfrentan al final, rodeados de amor, dignidad y paz. Vamos a terminar ahora la tarea, promulgando esta medida en ley y mostrándole al mundo lo que significa honrar tanto la vida como la muerte”.
Stacey Gibson, de Ossining, presenció la terrible muerte de su esposo, Sid, después de que él dejó de beber y comer. Dijo: “Gracias, Presidente [de la Asamblea] Heastie, desde lo más profundo de mi corazón por ayudarme a cumplir una promesa que le hice a mi esposo cuando estaba muriendo hace 11 años. Cuando mi esposo y mi mejor amigo, Sid Gibson, falleció en el 2015 por una enfermedad neurológica progresiva y debilitante, él no tuvo una opción legal para morir de una forma que estuviera alineada con sus deseos y valores personales. Al final de su vida, él me encomendó que encontrara un camino para asegurar que otros neoyorquinos no sufrieran como él. Le prometí que lo haría. He tenido el privilegio de defender la Medida de Ayuda Médica para Morir durante 10 años. Quiero expresar mi más sincera gratitud a los legisladores de Nueva York por su valentía al defender esta opción humana”.
Cassandra Domingos Johnson, de Clifton Park, quien vive con cáncer de mama, dijo: “Como paciente de cáncer, lo único que me importa como ciudadana de Nueva York es que se apruebe la ayuda médica para morir ahora mismo. Ninguno de nosotros merece sufrir una muerte de pesadilla cuando existe una opción digna y pacífica. No es una propuesta de ley controvertida, a menos de que se crea que los enfermos terminales no tienen derecho a su propio cuerpo y que no se les debe permitir una muerte pacífica. Agradezco de todo corazón a cada legislador que ha apoyado esta medida. Y muevo la cabeza con incredulidad al pensar que aún tengamos que luchar en contra de los legisladores por esta cuestión en el 2025, cuando nuestros estados vecinos nos han superado en los derechos humanos”.
Melissa Milch, de Amherst, cuyo padre, el Dr. Robert Milch, cofundador de Hospice Buffalo -que abogó por esta medida, dijo: “Mi padre, el Dr. Robert Milch, fue un feroz defensor de los cuidados paliativos y un firme defensor de la ayuda médica para morir. Antes de fallecer el 4 de junio del 2021, mi hijo le prometió que no íbamos a descansar hasta que se aprobara la Medida de Ayuda Médica para Morir en el estado de Nueva York. ¡Cuánto me gustaría que él estuviera aquí para hablar con la Asamblea del Estado de Nueva York y aplaudirles por su valentía al presentar finalmente la medida para votación! Imagino a mi padre dirigiéndose al Senado y al líder de la mayoría del Senado… su mirada lo diría todo: ¡Hagan esto! ¡Sigan adelante!”.
Nancy Murphy, de Vermontville, NY, quien recientemente fue diagnosticada con cáncer de mama y vio a su hermana tener acceso legal a la ley de ayuda médica para morir en Vermont, dijo: “Mi hermana, Joan Kline, murió el 9 de agosto del 2016, utilizando la ley de ayuda médica para morir de Vermont. Ella creía que las personas debían tener opciones para el fin de vida. Nuestra familia comprendió y estuvo de acuerdo con su postura. El día que tomó la decisión, mi esposo y yo, sus dos hijos, su hija y su nuera, el pastor, una buena amiga y una enfermera de cuidados paliativos, nos reunimos a su alrededor. Abrimos una botella de champán y brindamos por ella, cada uno expresándole lo que había significado para ellos y diciéndole que la amábamos. Ella nos dio las gracias a cada uno y nos dijo que nos amaba. Le dimos el medicamento que ella auto ingirió y mientras se quedaba dormida lentamente, le tomamos las manos y las pusimos sobre su cuerpo. Murió dos horas después. Fue una experiencia muy pacífica. Como a mí me diagnosticaron cáncer recientemente, sé que quiero tener la misma opción en mi casa en Nueva York”.
Jules Netherland, del Bronx, quien vive con cáncer en etapa 4, dijo: “Soy neoyorquina y llevo más de dos años viviendo con cáncer de mama en etapa 4. Padezco cáncer de mama metastásico incurable. Mi tratamiento se volvió paliativo en vez de curativo. Me dijeron que la esperanza de vida para alguien como yo es en promedio, de cinco a siete años. Llevo dos años y estoy contando. La ayuda médica para morir no se trata de terminar mi vida, ni ninguna vida, prematuramente. He dedicado mi carrera a la justicia social, intentando cambiar las políticas para mejorar la salud y la dignidad de las personas y las comunidades. Se trata de autonomía. Cuando llegue mi hora, quiero tener la opción de una muerte pacífica y hermosa. Todo lo relacionado con el tratamiento del cáncer es difícil; mi muerte no debería serlo. Gracias, Sr. Presidente de la Asamblea, y a todos los asambleístas que votaron a favor de la autonomía corporal para el final de la vida”.
Susan Rahn, de Webster, quien lleva 12 años viviendo con cáncer de mama metastásico, declaró: “Soy una neoyorquina con una enfermedad terminal. He vivido con cáncer de mama incurable desde el 2013. No quiero morir. Quiero vivir. Llevo más de 10 años apoyando la Medida de Ayuda Médica para Morir. Gracias a la Asamblea del Estado de Nueva York y al presidente [de la Asamblea] Heastie por apoyar este proyecto de ley”.
Kate Sanford, de Accord, NY, cuyo hijo, Benjamin, falleció de cáncer con un enorme sufrimiento, declaró: “Gracias a los legisladores y a los incansables partidarios que luchan por la aprobación de este proyecto de ley. He visto la necesidad desesperada de primera mano cuando mi hijo Benjamin, ya siendo un adulto, se moría de cáncer y sufría. Deseábamos desesperadamente esta opción para darle tranquilidad y que pudiera terminar su vida con dignidad, con sus seres queridos a su lado. He defendido con orgullo este proyecto de ley, en su honor. Espero que otros pacientes y familias encuentren tranquilidad cuando se apruebe este proyecto de ley, sabiendo que existe una opción humana, si así lo desean”.
Barb Thomas, de Saratoga Springs, cuyo esposo padecía un cáncer cerebral terminal y le pidió que le disparara [un arma] en lugar de dejarlo sufrir, dijo: “Como representante del League of Women Voters en esta cuestión, me alegra enormemente que la Ayuda Médica para Morir finalmente haya sido aprobada en la Asamblea. Mi esposo, Bob Thomas, quien quería que le disparara para acabar con el sufrimiento causado por su cáncer cerebral incurable, hubiera aplaudido al Presidente Heastie por impulsar esta cuestión”.
Arelis Torres, del Bronx, cuya esposa, se encuentra actualmente en remisión de cáncer, dijo: “Mi esposa luchó valientemente contra el cáncer sometiéndose a un tratamiento agresivo. Si el cáncer regresara, probablemente no buscaría tratamiento para combatirlo. No quiero que sufra y padezca un dolor inconmensurable mientras espera el momento de la muerte inevitable. Creo en la calidad de vida. Apoyarla en sus deseos es la mayor muestra de amor y respeto por su individualidad y su capacidad de decisión. Morir con dignidad y pacíficamente por una enfermedad terminal, debe ser un derecho de todas las personas. Gracias, Presidente de la Cámara de Representantes Heastie y miembros de la Asamblea, por su voto compasivo y valiente a favor de la libertad de elección y la autonomía corporal. Ya es hora de que el Senado y la líder de la mayoría, Steward-Cousins se declaren en apoyo de los neoyorquinos con enfermedades terminales”.
Lindsay Wright, de Manhattan, cuyo esposo, Youssef Cohen, murió dolorosamente al intentar obtener ayuda médica para morir sin éxito, declaró: “En 2016, mi fallecido esposo, Youssef Cohen, se convirtió en el primer defensor público de la Ayuda Médica para Morir en Nueva York. Le apasionaba que a los neoyorquinos con enfermedades terminales se les pudiera brindar la opción de terminar sus vidas sin sufrimiento. Llevo nueve años platicando la historia de Youssef con los legisladores para convencerlos de que aprueben esta medida, y hoy agradezco que esos esfuerzos finalmente hayan dado frutos”.
Monona Yin, de Brooklyn, cuya madre, Fay, murió sufriendo y grabó un increíble video sobre el por qué deseaba esta opción, dijo: “Mi madre, Fay Hoh Yin, abogó por la ayuda médica para morir durante su último año de vida. Era muy importante para ella. Amaba la vida y luchó contra el cáncer con valentía durante seis años. Pero también deseaba la tranquilidad de saber que podía poner fin a su sufrimiento si se volvía demasiado intenso. Mamá estaría encantada de saber que los neoyorquinos están un paso más cerca de alcanzar esa tranquilidad”.
La Medida de Ayuda Médica para Morir cuenta con el apoyo de numerosos grupos de defensa en el estado, entre ellos las siguientes organizaciones:
1 in 9 LI Breast Cancer Action Coalition
Breast Cancer Coalition of Rochester
Catholic Vote Common Good
Gay Men’s Health Crisis (GMHC)
Harlem United
Indivisible Westchester
Latino Commission on AIDS
Latinos for Healthcare Equity
League of Women Voters of NYS
Medical Society of State of NY (MSSNY)
New York Civil Liberties Union (NYCLU)
NYS Bar Association
NYS Council of Churches
NYS Nurses Association (NYSNA)
NYS Psychiatric Association
NYS Public Health Association NOW-NY
Planned Parenthood Empire State Acts
SAGE NY (Services for LGBT elders)
StateWide Senior Action Council
Westchester Coalition for Legal Abortion
WESPAC Foundation
Women’s Bar Assn. of NYS
Puede obtener más información sobre la ayuda médica para morir y la campaña de Nueva York en el sitio web de Compassion & Choices , Facebook o Twitter.
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