Defensores de Rochester Exigen la Aprobación del Medical AId in Dying Act en el 2023 como Parte de Campaña de Compassion & Choices en Todo el Estado

“Las decisiones de los pacientes no se deben limitar al final de la vida. Legisladores, háganlo de una vez”.

Suplico a los legisladores que me ayuden a cumplir su último deseo y que aprueben la medida de Ayuda Médica para Morir”.

Corinne Carey, directora de campaña de Nueva York para Compassion & Choices, dijo que la campaña para convertir a Nueva York en el onceavo estado en autorizar la ayuda médica para morir se intensificará y continuará tratando de lograr el compromiso en cada rincón del estado. Carey y varios residentes locales participaron hoy en una conferencia de prensa en Rochester - la tercera de una campaña de dos meses en el estado -  para exigir que la Legislatura estatal apruebe el Medical Aid in Dying Act o Medida Ayuda Médica para Morir en el 2023. 

La ayuda médica para morir permite que los adultos con una enfermedad terminal, en pleno uso de sus facultades mentales y con seis meses o menos de vida, soliciten a su médico una receta de medicamento que puedan ingerir cuando su sufrimiento sea demasiado grande para soportarlo y morir pacíficamente. Diez estados, incluidos los vecinos de Nueva York, Nueva Jersey y Vermont, así como Washington D.C., autorizan la ayuda médica para morir. Una reciente encuesta Marist muestra un fuerte apoyo a la ayuda médica para morir entre los votantes del estado de Nueva York, de 59 a 36 por ciento, incluido el apoyo mayoritario en todo el espectro geográfico, político y racial

Carey afirmó: “En los últimos años, muchos residentes del estado de Nueva York, incluidos docenas de defensores que se hicieron amigos, han sufrido al final de sus vidas, ya que los legisladores ignoraron sus peticiones para que aprueben el Medical Aid in Dying Act. Ya basta. Estamos recorriendo todos los rincones del estado para garantizar que los legisladores conozcan cómo sus electores están exigiendo medidas. Los legisladores deben dejar de darle la espalda a los habitantes del estado de Nueva York que sufren al final de la vida”.

Susan Rahn, de Rochester, que tiene cáncer metastásico de senos, comentó: “La ayuda médica para morir es una decisión muy personal que debería ofrecerse a las personas con una enfermedad terminal que quieren morir pacíficamente y sin sufrimiento. Las personas con enfermedades que amenazan su vida pueden tomar decisiones autónomas todos los días con respecto a sus tratamientos. Las decisiones de los pacientes no se deben limitar al final de la vida. Legisladores, háganlo de una vez”.

Scott Barraco, de Rochester, perdió al primer amor de su vida, Cathy Quinn, por una muerte espantosa después de una batalla de dos años de cáncer de lengua, comentó: “Cathy no quería morir. Era una persona dinámica y tenía muchos planes cuando le diagnosticaron esta forma agresiva de cáncer de lengua que fue implacable y lamentable. Cuando se hizo evidente que moriría pronto, se concentró en aprovechar al máximo lo que le quedaba de vida y cómo morir pacíficamente. Lamentablemente, sufrió mucho antes de morir. Suplico a los legisladores que me ayuden a cumplir su último deseo y que aprueben el Medical Aid in Dying Act. Cathy merecía algo mejor, y creo que todos lo merecemos”.

Reverendo Richard Gilbert, de Rochester, ministro jubilado de Unitarian Universalist, comentó: “Si bien respeto las opiniones de todos – religiosas y de otro tipo – no creo que ningún grupo que se oponga a la ayuda médica para morir tenga el derecho de negar esa opción a las personas de una religión o una fe diferente que la apoyan. Si no creen en ello, no lo hagan. He pasado muchas, muchas horas junto a personas que se estaban muriendo y me asombra su  valentía. Pero yo no puedo encontrar una respuesta para los que me dicen que prefieren morir y no enfrentar un sufrimiento prolongado e innecesario que no tiene ningún propósito. A veces, el mayor respeto por la vida es terminar con el sufrimiento humano”.

El mes pasado, Adirondack Daily Enterprise publicó una columna de opinion sobre Raymond Stark de Tupper Lake. El Sr. Stark, veterano de 86 años y republicano durante toda su vida, que está bajo cuidados de hospicio, escribió: “Ahora tengo 86 años y me estoy muriendo. Creo firmemente que debería tener la capacidad de decidir cómo será el fin de mi vida. A nadie más le corresponde decirme que tengo que quedarme en esta cama a esperar el próximo ataque al corazón. Quiero morir rápidamente y sin dolor”. 

“Si el Sr. Stark viviera en Vermont – unas doce millas de donde se encuentra en cama bajo cuidados de hospicio – podría calificar para recibir ayuda médica para morir, una opción que desea urgentemente. Es por Raymond Stark y por la memoria de Cathy Quinn y tantos otros residentes valientes del estado de Nueva York que no nos detendremos hasta que la Legislatura apruebe el Medical Aid in Dying Act y que la gobernadora Hochul la convierta en ley”, expresó Carey. 

La Ley de Ayuda Médica para Morir recibe el apoyo de numerosos grupos defensores del estado que incluyen, entre otros, New York State Academy of Family Physicians, New York Civil Liberties Union, League of Women Voters of New York State, StateWide Senior Action Council, NYS Public Health Association, Planned Parenthood Empire State Acts, NOW-NY, ACT UP NY, Harlem United, La Comisión Latina sobre el SIDA, Latinos for Healthcare Equity, WESPAC Foundation y SAGE NY, que defiende y brinda atención médica y otros servicios a personas mayores de la comunidad LGBT. Puede ver muchos memorándums en apoyo de otras organizaciones aquí.

Puede obtener más información sobre la ayuda médica para morir y la campaña de Nueva York en el sitio web, en la página de Facebook y en la cuenta de Twitter de Compassion & Choices.